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Los padres cristianos
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[Los padres] deben considerar con calma cómo han de proveer
para sus hijos. No tienen derecho de traer al mundo hijos para que
sean una carga para otros.
¡Cuán poco se tiene en cuenta el destino del niño! Sólo se piensa
en satisfacer la pasión, y se imponen a la esposa y madre cargas
que minan su vitalidad y paralizan su fuerza espiritual. Con la salud
quebrantada y el ánimo abatido se ve rodeada de un pequeño rebaño
al cual no puede atender como debiera. Careciendo de la instrucción
que debieran recibir, los niños crecen para deshonrar a Dios y co-
municar a otros lo malo de su propia naturaleza, y así se forma un
ejército al cual Satanás maneja como quiere
[264]
Joyas de los Testimonios 3:107
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El hogar adventista (1894), 206, 207, 209-211, 213, 215-218, 224, 228, 229
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El hogar adventista (1894), 219
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El hogar adventista (1894), 189-192
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El hogar adventista (1894), 208
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El hogar adventista (1894), 193, 197, 198
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El hogar adventista (1894), 141, 145, 144, 145, 146, 144, 145
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