Página 127 - El Hogar Cristiano (2007)

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La casa, su construcción y sus muebles
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interesarnos menos en lo que dirá el mundo exterior y prestar más
atención reflexiva a quienes forman el círculo de nuestro hogar. En-
tre los miembros de la familia debiera haber menos ostentación y
urbanidad mundana, y mucho más amor, ternura, alegría y cortesía
cristiana. Muchos necesitan aprender cómo se hace del hogar un lu-
gar atractivo y placentero. Los corazones agradecidos y las miradas
bondadosas valen más que las riquezas y el lujo; y si hay amor, el
saber contentarse con cosas sencillas comunicará felicidad al hogar.
Jesús, nuestro Redentor, anduvo en esta tierra con la dignidad de
un rey; y sin embargo era manso y humilde de corazón. Era luz y
bendición en todo hogar porque llevaba consigo alegría, esperanza
y valor. ¡Ojalá que estuviésemos satisfechos y que hubiese menos
anhelos en nuestro corazón, menos ansia de cosas difíciles de ob-
tener para hermosear nuestras casas mientras que no apreciamos
lo que Dios estima más que las joyas, a saber un espíritu manso y
sereno! La gracia de la sencillez, la mansedumbre y el afecto ver-
dadero transformarían en paraíso la morada más humilde. Es mejor
soportar con buen ánimo todo inconveniente que perder la paz y el
contentamiento
[140]
[141]
El Ministerio de Curación, 208, 209
.
El Ministerio de Curación, 209
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Christian Temperance and Bible Hygiene, 107
.
El Ministerio de Curación, 285, 286
.
El Ministerio de Curación, 284, 285
.
The Signs of the Times, 23 de agosto de 1877
.
Ibid.
The Signs of the Times, 2 de octubre de 1884
.
The Signs of the Times, 23 de agosto de 1877
.
Ibid.
The Signs of the Times, 2 de octubre de 1884
.
Ibid.
Ibid.
Manuscrito 43, 1894
.
Testimonies for the Church 4:621, 622
.