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Palabras de Vida del Gran Maestro
De la India, del Africa, de la China, de las islas del mar, de entre
los pisoteados millones que habitan los países llamados cristianos,
el clamor del dolor humano asciende a Dios. Ese clamor no subirá
por mucho tiempo más sin ser contestado. Dios limpiará la tierra
de su corrupción moral, no por un mar de aguas, como en los días
de Noé, sino por un mar de fuego que no podrá ser apagado por
ninguna invención humana.
“Será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente
hasta entonces: mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos
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los que se hallaren escritos en el libro”
De buhardillas, de chozas, de calabozosos, de patíbulos, de mon-
tañas y desiertos, de cuevas de la tierra y cavernas del mar, Cristo
reunirá a sus hijos a sí. En la tierra, han sido destituidos, afligidos
y atormentados. Millones han descendido a la tumba cargados de
infamia por haber rehusado rendirse a las engañosas pretensiones de
Satanás. Los hijos de Dios han sido ajusticiados por los tribunales
humanos como los más viles criminales. Pero está cerca el día cuan-
do Dios será “el juez”
Entonces las decisiones de la tierra serán
invertidas. “Quitará la afrenta de su pueblo”. A cada hijo de Dios se
le darán ropas blancas. “Y llamarles han Pueblo Santo, Redimidos
de Jehová”
Cualesquiera sean las cruces que hayan sido llamados a llevar,
cualesquiera las pérdidas que hayan soportado, cualquiera la perse-
cución que hayan sufrido, aun hasta la pérdida de su vida temporal,
los hijos de Dios serán ampliamente recompensados. “Verán su cara;
y su nombre estará en sus frentes”
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Deuteronomio 32:9, 10
;
Zacarías 2:8
.
Apocalipsis 12:10
.
Zacarías 3:1-3
.
Romanos 3:26
.
Zacarías 3:3-7
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Santiago 5:1-6
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Isaías 59:14, 15
.
Salmos 50:15
.
Hebreos 11:33, 34 (VM)
.
Juan 14:6
.
Salmos 72:12
.
Isaías 26:3
.
Mateo 21:22
.